En esta sexta entrega de La Memoria del Aceite, el Viajero se adentra en las grandes alturas de Sierra Mágina, a medio camino de las cuales se encuentran olivares de pendientes imposibles y tradición milenaria. Aquí puedes leer el guión del programa, y no olvides que los puedes escuchar todos en esta página. DÍA SEIS: SÉ DE UN LUGAR Conforme dejas atrás el bullicio, la agitación de nuestros días, de nuestra vida. Según las carreteras se van estrechando poco a poco, perdiendo su tráfico, perdiendo su anchura, su asfalto. Según la autopista se transforma en carretera, la carretera en camino, el camino en vereda y la vereda en trocha, inconscientemente te amoldas a la ruta y mientras crees que viajas en el espacio en realidad también estás viajando en el tiempo. Cosas de Einstein. Dejas atrás una forma de vivir, una dinámica estresante, artificial, extrema a veces para reencontrate con la mecánica exacta de la naturaleza: el reloj imparable que marca el latido de estas tierras, el paso lento de las nubes ante la inmutable presencia de esos picos que rascan el cielo: Almadén, los gigantes gemelos de las Cárceles, las peñas de Neblín… Paredes imposibles, bajo las cuales se acunan algunos de nuestros mejores olivos, como discretos, como ignorados. Quizá por eso, entre la indiferencia y la ignorancia de muchos, destilan la tierra lentamente, cerca de esos pasos difíciles de los puertos de la sierra. Viendo a menudo la nieve y sufriendo la rigurosidad espartana del clima de este paraíso nuestro de Mágina. Cuando caminas hacia las alturas, se resisten a que les dejes atrás. el hombre, a fuerza de necesidad los plantó en esas cotas, inaccesibles al trato mecánico y casi a veces al trato humano, quizá también para mantenerlos a salvo, para ocultarlos de las miradas codiciosas. Mientras asciendes, compruebas como las pendientes acaban colocando un olivo sobre otro, literalmente, contra lo habitual de encontrarlos uno junto a otro. Raíces sobre copas, alturas increíbles a ras de suelo de olivos viejos, antiguos, robustos y tercos. Sé de un lugar donde hombres juiciosos miman esos plantones milenarios, donde los visitan, los asoman a diario. Los estudian, los cultivan entre miedos e inquietudes… hombres curtidos en mil y un desengaño, a veces también en algún éxito, y en la mayoría con el pago sencillo de ver progresar el lento devenir de sus árboles. Sé de un lugar donde unos y otros, hombres y plantas, la naturaleza racional y emocional elaboran la química inexplicable e irrepetible que se renueva cada año. El aceite de sierra Mágina, que se fragua en las noches de insomnio de los hombres y en las rociadas heladas de los puertos y los pasos angostos entre las cumbres, hasta donde el olivo ha extendido su dominio. Sé de ese lugar y puedo enseñártelo. Pero antes para llegar hasta allí, tienes que desprenderte de todo prejuicio y dejar atrás todas tus urgencias. Si quieres verlo, no bastará con llevar tu cuerpo. Habrás de llevar también tu mente. Si quieres escuchar el capítulo seis
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Periodista y catador de aceites, es PREMIO JAÉN de Periodismo 2012 de la Diputación Provincial de Jaén por la edición dedicada a Sierra Mágina, tiene el reconocimiento 100% VIRGEN EXTRA de la Denominación de Origen de Aceite de Sierra Mágina, con quien colabora habitualmente, por su labor en la difusión de la calidad de sus aceites, además de formar parte del jurado calificador de sus premios a los mejores aceites en varias ediciones.
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